Sobre mi
- Carlos Pinto
- 16 feb 2022
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 8 jun 2023

No soy mi nombre, aunque por él me llamen, tampoco lo que hago cuando la situación apremia, ni cuando las circunstancias pesan, no me definen.
Soy yo en lo íntimo y en lo superfluo, siempre igual, siempre diferente; igual porque soy auténtico y no me gusta esconderme tras máscaras; diferente porque no soy fabricado genéricamente y no obedezco a estándares ni estereotipos.
Soy un tipo de principios, pero casi nunca de finales y no porque no sea cabal con el cumplimiento de mis metas, sino más bien porque me enamoro al punto del idilio de lo que hago y de mi gente y ese apego jamás lo llevo a fin.
Terminarán los procesos, creceremos y mejoraremos, pero jamás con puntos finales, porque los finales abiertos jamás serán despedidas y me resguardo en la ambigüedad de un “nos vemos”.
Creo en lo que hago y me gusta hacerlo, porque por la misma razón de que no soy de finales, me gusta vivir los procesos y entender a la felicidad como el medio y no como la meta. Aunque sé a dónde quiero ir, también sé que no hay un solo camino y al mejor estilo de Antonio Machado: “Caminante no hay camino se hace camino al andar”.
Voy en camino y en parte ese es mi fin, porque disfruto de los buenos momentos a la vez que aprendo de los no tan fáciles...